miércoles, 11 de junio de 2008

BANCO DE LA REPUBLICA NEIVA, GIRARDOT 2008

1 comentario:
La muerte del Tiranuelo Silvador ( 58cm x 88cm)

"Yo trato de expresar un dolor de patria, de indefensión y de la omnipresencia de la muerte. La obra LA MUERTE DEL TIRANUELO SILVADOR no es más que el mismo dolor proyectado en los animales indefensos. El “tiranuelo silbador” es un pájaro insectívoro que suele estrellarse contra los cristales de las ventanas. El ave de la foto fue fotografiada instantes después de agonizar en mis manos. He visto en ella la muerte inesperada y violenta de un hombre en pleno apogeo. La obra en sí es un llanto. " Jáder Rivera Monje.
No hay comentarios.:
Etiquetas:
El Grito ( 210cm x 110cm)

"La fotografía “EL GRITO” es un autorretrato que nace de la experiencia de un secuestro en 2000. Pero más que una obra autobiográfica es la imagen de un dolor de gentes, un dolor no tanto físico como sí moral e espiritual. Pienso en ese dolor de la gente cuando recibe en su casa a sus muertos o en el instante en que se le comunicada a la familia que su pariente ha sido secuestrado. " Jáder Rivera Monje




No hay comentarios.:
Etiquetas:
Suscribirse a: Entradas (Atom)

13 SALONES REGIONALES DE ARTISTAS

13 SALONES REGIONALES DE ARTISTAS
Afiche Promocional

Sudarios, la nueva obra de Jader Rivera Monje

Sudarios, la nueva obra de Jader Rivera Monje
La obra “Sudarios”, es una instalación compuesta por 12 fotografías impresas sobre lienzo (100X120cm cada una), suspendidas del techo y dispuestas en cruz. El observador pasa a través de ellas - por encima de una oración escrita en el piso- como si fuera a través de un deambulatorio. La obra está enmarcada dentro de la línea curatorial “Ecos, sonidos y silencios” propuesta por Rocío Polanía Farfán e Iván Otálora Carrillo. “Sudarios” hace parte de 28 obras presentadas para El 13 Salones Regionales de Artistas Región Sur de los cuales participan los departamentos de Huila, Caquetá, Putumayo, Nariño y Tolima.

En “Sudarios” Jáder Rivera Monje se pregunta sobre el origen de los recuerdos de infancia y de la comunidad unida a la religión cristiana y los hechos violentos de su país. “La obra de arte se presenta como un “espacio de la memoria” u objeto que evoca los recuerdos de la comunidad. Pero a la vez en objeto crítico que pregunta por esa comunidad, por su devenir en la historia y su esencia. La obra de arte cifrada en los “espacios de la memoria” pregunta en último por la identidad. Pues recordar es saber quién soy, saber quién soy es apelar a lo que he sido. Y lo que he sido está contenido en las memorias individual y colectiva”, afirma el artista.